Desvalorizamos el alcance integral de la creatividad, la verdadera relación entre la especie humana y la globalidad, cuando aplicamos exclusivamente su actuación al mundo de la empresa, al de la publicidad, a la búsqueda de nuevos mercados o a la competitividad económica y mercantil.
CONCLUSIONES
Que el mundo globalizado en el que vivimos necesita hoy más que nunca de creadores. La vertiginosidad de los cambios exige respuestas rápidas y adecuadas, producidas sin duda por mentes totales, equilibradas en sí mismas y conectadas con multitud de otras mentes totales: es el cerebro global, el que pasa a través de las redes, el que teje y desteje en la medida de las necesidades: el que está atento a las necesidades del mundo, que nada tiene que ver con el pensamiento único. Necesitamos trasvase de información y equipos interdisciplinares, en los que cada uno trabaja, piensa y crea en su ámbito pero que trasvasa, piensa y crea en común con el resto.
RECOMENDACIONES
Todo planteamiento que se realice desde el presente para mejorar la vida del planeta, está en la solidaridad como punto de inicio y como valor de referencia sujetas a los cambios que el mundo actual requiere, en las nuevas tecnologías, tan denostadas a veces como provocadoras de todos los males, incluido el de la globalización económica opresora, pueden ser al mismo tiempo, sin duda, vehículos de globalización solidaria y responsable, red aglutinadora de pensamientos y soluciones e indiscutible vía de transmisión de la creatividad aplicables a los procesos de cambios constantes que estamos sometidos.